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Como tirar bien una caña

Por 13 octubre, 2015 Con-Tenedor

¡Qué diferente sabe una caña bien tirada a una meneada y repleta de pompas! Dejemos las burbujas para el sugerente champagne y apostemos por la crema. La cerveza no debe tener burbujitas en su parte superior, fruto en la mayoría de las ocasiones de mover el vaso y batir el líquido. Lo triste es que es más habitual de lo que nos gustaría. Donde más cultura cervecera existe para nosotros y donde mejor se tiran las cañas es sin duda Madrid, y si tuviéramos que escoger una calle de la capital posiblemente nos quedaríamos con Ponzano, donde podemos hacer un intenso recorrido de placer y disfrute, de surcos en el vaso que nos indican el final de cada trago, síntoma de que la caña está bien echada.

Lo primero que tenemos que hacer es mojar el vaso. Casi todos los grifos cuentan con un lugar donde se coloca boca abajo y al presionar se humedece con agua a presión. Esto nos ayudara a limpiar las motas de polvo y restos de lavavajilla que pueda haber y facilitará que la cerveza se deslice suavemente por el recipiente. El segundo paso consiste en la difícil tarea (es broma) de abrir el grifo. Es importante dejar correr un segundo la cerveza desde la apertura del grifo para que salga el líquido contenido en este. Se introduce el vaso en el camino que recorre la cerveza desde el grifo, a una distancia aproximada de diez centímetros, quince como mucho, y no se mueve el vaso. Stop, nada de meneos ni batidos, porque entonces será casi un escanciado y aparecerán burbujas y cambiará el aroma y el sabor. La inclinación del vaso debe ser de 45 grados hasta que la cerveza alcance la mitad del vaso, momento en el que lo pondremos en vertical y al superar los dos tercios del vaso procederemos a cerrar el grifo, retirarlo y dejarlo reposar unos segundos, cinco serían suficientes.

Y llega el momento clave, que consiste en sacar la crema. En muchos grifos se logra moviendo la palanca en dirección contraria, hacia atrás. En otros abriéndolo lentamente y solo un poco. Sea como fuere, solamente volveremos a colocar el vaso bajo el grifo cuando lo que salga sea una crema blanca y densa, maravillosa, que dejaremos caer sobre el vaso, que colocaremos muy cerca, casi pegado al grifo, hasta su completa cubrición, inclinándolo incluso al final para que si queda alguna burbuja se caiga y desaparezca.

Una caña bien tirada es uno de los mayores disfrutes que existen. Y no es tan difícil. Es suficiente con seguir estas sencillas pautas y ponerle un poco de cariño. Podréis apreciar todo lo que os contamos en el siguiente vídeo, lo grabamos en la Feria del Pintxo de Bilbao de la mano de el maestro cervecero del Grupo Mahou-San Miguel.

 

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