Seguro que a estas alturas ya habrás oído hablar de la kombucha, aunque también es probable que todavía no te hayas animado a probarla. Al 70% de los españoles les pasa lo mismo. En realidad es un té fermentado y ligeramente efervescente, con una cantidad casi imperceptible de alcohol, que se ha puesto de moda por sus propiedades saludables y positivas para nuestro organismo.
Muchos creímos que sería una moda pasajera, pero su posicionamiento se va consolidando y su volumen de negocio se triplica cada año. ¡Que tiemblen los refrescos!
El proceso de elaboración es sencillo. Una serie de bacterias y levaduras colonizan un té azucarado (normalmente negro o verde), dando lugar a finas burbujas y a un sabor ligeramente ácido repleto de probióticos naturales. Es rica en vitamina B, ayuda a la digestión, tiene hierro, potasio y zinc, propiedades antioxidantes y contribuye a regular nuestro intestino. La fermentación se suele prolongar durante unos diez días, aunque existen en el mercado productos con más de cincuenta días, que dan notas más avinagradas. Se suele aromatizar con frutas, zumos y hierbas para darle un sabor más personal.
Hace más de 2000 años que los chinos la consumen y ahora está conquistando occidente. Hay muchos tipos de kombucha, pero por simplificar es importante tomar las menos azucaradas, que vengan presentadas en vidrio y que no estén pasteurizadas.
Estas son algunas de las kombuchas mejor elaboradas que puedes encontrar en el mercado:
- K´Bios: se elabora en Mallorca, de forma natural, en pequeñas cantidades y con té negro. Tienen una muy especial que hacen fermentando también arroz. ¿Su nombre? Kombucha Komsake. Está muy bien porque casi no tiene azúcar residual.
- Kombucha Spring: ecológica y artesana, están creciendo a buen ritmo. Nacida en el pueblo de Masnou, en pleno Maresme, surgió de una reunión de amigos tras salir de la oficina, a la que, por cierto, nunca más volvieron. Prueba su Arabian Sea (de melocotón, hibisco, pétalos de rosa y menta).
- Kombuchacho: el nombre ya es divertido y original procediendo de Tenerife. Lo ha desarrollado La Calabacera ecología gourmet con ingredientes orgánicos y locales. Prueba la de kumquat, hierba luisa y lemon grass. Tienen otra de guayabo y lavanda muy interesante también.
- LOV: muchas opciones para una kombucha elaborada con mimo en Barcelona. Tendrás que escoger entre mandarina/cúrcuma/pimienta, arándano/lavanda o moringa/jengibre/menta. Recomiendan no agitarla y conservarla en nevera. También tienen una de comercio justo con pera y flor de azahar.
- Meraki: han sido los primeros gallegos en trabajar este té fermentado que tanto está dando que hablar. Elaboran también kimchi, zanahorias lacto fermentadas y chucrut. Además, realizan talleres para enseñarte a crear tu propia kombucha y para aprender a trabajar los vegetales en el mundo de los fermentados. Elige la de remolacha, limón ecológico y albahaca si te gustan los sabores diferentes.
- Mun: fueron de los primeros en elaborar una kombucha en España en vidrio. Utilizan té verde de la variedad Lung Ching, ecológico y reconocido, azúcar de caña y levaduras seleccionadas. Además en este caso concreto realizan una segunda fermentación dentro de cada botella. No necesita frío para conservarse y contiene muy poco azúcar residual.
- San Blas Kombucha: de raíces barcelonesas, el nombre de sus kombuchas son en honor al abuelo Blas, un adelantado para su época que ya ejercía de alquimista en la familia. Utilizan fruta natural, como el limón, la naranja, la granada o los arándanos.
- Soul K: preparada desde el Puerto de Santa María (Cádiz) para el mundo. Es habitual encontrarla en restaurantes con estrella Michelin. Tiene un montón de sabores de nombres rocambolescos como Green Bliss (que lleva espirulina) o Bloody Booch (con naranja sanguina y arándanos).
